Se trata de un hombre de 41 años que ya había sido condenado por un robo y que aguardaba la resolución de su proceso por violencia de género.
Un hombre de 41 años que cumplía arresto domiciliario por una causa de violencia de género dañó su pulsera electrónica de monitoreo y se armó con un cuchillo para amenazar la hermana, con quien convivía.
Personal policial del destacamento El Marquesado debió acudir al domicilio de calle 839 al 1400 para contener al agresivo individuo que fue detenido y puesto a disposición del Tribunal en lo Criminal N°2, desde donde se le revocó el beneficio de la prisión domiciliaria.
De acuerdo a la información a la que accedió LA CAPITAL, los hechos se desencadenaron cuando el hombre empezó a ponerse violento con su hermana. La mujer, al vez que se había armado y quitado la pulsera de monitoreo, llamó al 911 en pedido de ayuda.
Los policías que llegaron al lugar se encontraron con un sujeto atrincherado que no quería ceder y que mostraba una notoria alteración psiquiátrica. Luego de varios minutos de conversación pudieron convencerlo para que entregara la cuchilla que ocultaba entre su ropa y de inmediato fue reducido y detenido.
El hombre se encontraba bajo la competencia del Tribunal en lo Criminal N°2 a la espera de un juicio por un hecho de violencia de género. Además hace poco había recibido una condena por un robo y tras pasar un tiempo en el penal de Batán le había sido concedido el arresto domiciliario. Sin embargo, con el cambio de situación de encierro el hombre perdió la asistencia psiquiátrica y psicológica, según indicó su propia hermana.
Tras conocerse el hecho, desde el Tribunal se le revocó el beneficio y se ordenó su trasladado hasta la Unidad Penal N°44 de Batán.